CADA CUÁNTO TIEMPO DEBO BAÑAR A MI PERRO
Para responder a esta pregunta podemos mirar desde dos puntos de vista: el canino y el humano.
Desde el punto de vista canino la respuesta es “nunca”...
Desde el punto de vista canino la respuesta es “nunca”...
Los perros en estado salvaje no se bañan. Los lobos tampoco. Tanto unos como otros tienen aceites naturales que protegen su piel y que desaparecen con el champú.
Ahora bien, estamos hablando de
perros que viven con seres humanos. Y a algunos de estos perros les
encanta meterse en los charcos, llenarse de barro e, incluso, rebozarse
en restos de diverso origen. Este comportamiento -absolutamente
natural, utilizado por los perros durante milenios para enmascarar su
propio olor y facilitar la caza- puede aromatizar nuestro hogar con un
repugnante olor a estercolero. Ante esta última situación, no hay duda
posible: al baño con él. En el caso de los charcos no siempre es
necesario bañarle, especialmente en las temporadas de lluvia
significaría todo el día paseando-bañando-secando-paseando... Una
solución fácil es quitar el exceso de agua con una toalla y secar bien
con secador eléctrico –cuidado con la temperatura para no quemar al
perro y no dirigir el chorro de aire hacia dentro de las orejas- una
vez seco el barro simplemente se quita con un cepillado.
Salvo por las emergencias citadas,
se recomienda bañar al perro como máximo cada dos meses para conservar
al máximo los aceites protectores que hemos mencionado anteriormente.
Bañarle más a menudo significa poner por delante de lo saludable para
nuestro perro, nuestro deseo humano de verle guapísimo recién bañado (a
mí también me encanta verles con el pelo brillante y oliendo a hierbas
salvajes, lo confieso). Cepillarles a menudo hará que conserven el
pelo limpio durante más tiempo. Además, el cepillado mejora la
circulación sanguínea, es una actividad lúdica que la mayoría de los
perros disfruta y evita en gran medida que caigan pelos por la casa.
El champú debe ser muy suave y
utilizar la mínima cantidad. Para realizar un baño correcto a nuestro
perro seguiremos la regla de las tres A’s: ACLARAR, ACLARAR y ACLARAR
. Los restos de champú en la piel del perro pueden ocasionar
irritaciones y picores que pueden degenerar en afecciones cutáneas.
Debemos estar seguros de que no quede rastro alguno de champú en
nuestro perro. Una vez que estemos convencidos de que no queda
absolutamente nada de champú, aclararemos de nuevo por si acaso.
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